Es tan fácil, rápido y está tan tan bueno que no sé por qué no lo hago todas las semanas.
Ni siquiera tiene ingredientes complicados, si no que son productos de los que siempre hay en casa.
Mis padres vienen esta noche a cenar, desde que me independicé no los veo todo lo que me gustaría y voy a aprovechar la ocasión para sorprenderlos y demostrarles que no hay que preocuparse porque coma bien.
Bueno, ¡éso ya lo saben!
Ingredientes para cuatro panes
• 250 g harina de fuerza
• 1 pizca de azúcar
• 2 pizcas de sal
• 150 ml agua
• 10 g levadura fresca, la de las masas de pizza
• 150 g de aceitunas negras sin hueso
• 1 cucharadita de tomillo
¡Y nada más!
Bien, en un cuenco echamos la harina, la sal y el azúcar y lo movemos un poco con una cuchara para mezclarlo.
En un cazo, calentamos un poquito el agua, no tiene que hervir. Cuando esté caliente, se le añade la levadura y se mueve hasta que se disuelve totalmente en el agua.
Se vuelca el agua en el cuenco con la harina salazucarada, y se mueve, primero con una cuchara y después ya con las manos enharinadas (¡la masa es muy pegajosa!).
Una vez que tenga consistencia y sea regular, se hace una bola y se deja reposar en el cuenco, dentro del horno apagado para que no le afecte las corrientes de aire. En unos treinta minutos habrá doblado el tamaño.
Mientras, escurrimos las aceitunas y las trituramos o troceamos.
Tras la media hora, volvemos a la masa. Se amasa un poco para que suelte el aire, se le incorpora el tomillo y las aceitunas, se integran bien con las manos, y se hacen cuatro bolas.
Se dejan reposar sobre la bandeja del horno engrasada con aceite, o sobre papel de hornear, de nuevo media hora, y las bolitas se vuelven a hinchar.
Al horno, a 220º C, unos 20-25 minutos y listos, panes de aceitunas negras.
Lo corroboro: es genial para maravillar a los invitados, ¿quién espera encontrarse con pan casero?
¡Un abrazo!
A Clotilde y a mí nos encanta hacer pan casero. No sólo con harina de trigo, sino que probamos también mezclar harinas de trigo sarraceno y de centeno. También utilizamos tanto levadura fresca, como cerveza, como clevadura de "masa madre", que es más ácida y va muy bien con el centeno, anís, pasas...
ResponderEliminarEn Estonia hemos aprendido a hacer muchos tipos de panes distintos. Entre una belga, un español y un ambiente estonio... la mezcla hace la riqueza cultural. Desde luego, el pan casero es un habitual en nuestro hogar, hahahaha -presumo de ello cuando en el trabajo, mis sandwiches son tan tan particulares-.
Besos Nerea! Probaré tu pan de aceitunas negras.
¡Hola Miguel! Me encanta que hagáis pan, ¡no esperaba menos de vosotros! Voy a acabar pidiéndote recetas belga-estonias. Por cierto, ¿el kringle es estonio de verdad, o como la ensaladilla rusa? jeje.
Eliminar¡Un beso y a ver si nos vemos en Navidad!