Batido de mango

No me he vuelto loca hasta el punto de ponerme a escribir un post durante mi luna de miel. 

Mi nivel de locura no llega a tanto. O sí, pero mis altas dosis de romanticismo lo combaten y meten en vereda. Es lo que se conoce como estar loco de amor, ¿no? 

Como es lógico, este es un post programado, mientras lo escribo aún soy soltera, aunque ya no me queda nada nada y ando liada acabando mil cosillas para que todo lo que depende de nosotros esté perfecto. Mi grado de perfeccionismo bien puede ser tratado médicamente...  

Y ahora que lo pienso, me resulta raro escribir esto, ¡estaré casada y en la otra punta del mundo cuando se publique! 

Cuando lo leáis, ya sabré cómo fue todo, ya habrá pasado esta fiesta que llevamos preparando todo un año. Pero mientras lo escribo no tengo ni idea de si todo saldrá bien, de si lloverá o hará mucho calor, de si me caeré entrando en la iglesia o se irá la electricidad en la barra libre, ¡no sé nada! 

Es raro... 

Bueno, como cuando escribí esto tenía tantas cosas que hacer que no tenía tiempo para encender el horno, y como ya me habían medido y ajustado el vestido de novia y no me parecía correcto zamparme nada hipercalórico, aquí os traigo una receta de batido que más simple no puede ser, como tantas y tantas veces las cosas sencillas se pasan por alto, por maravillosas que sean.

Por cierto, si lo llamáis smoothie suena más sofisticado y hasta más light, pero vamos, un smoothie es un batido de toda la vida pero que te lo cobran a precio de oro. Os dejo el nombre a vuestra elección. 

     Ingredientes

• 1 mango muy maduro
• Aproximadamente su peso en leche 
• Azúcar (opcional)

Pelamos el mango y lo troceamos, incluso raspamos un poco el hueso para que caiga zumito. Lo trituramos totalmente y le añadimos la leche. Si el mango no está muy maduro incorporamos azúcar a gusto del comensal. 

No se os puede olvida colar el batido, que si no el fondo va a ser imposible de beber porque el mango tiene muchas hebritas, y ya sólo queda servirlo, a temperatura ambiente o tras dejarlo enfriar en el frigo, ¡y a disfrutar! 

¡Ah! Que siempre se me olvida preguntar, ¿me seguís por Facebook y/o Twitter? ¡Qué me hace muchísima ilusion!

Un fuerte abrazo desde los confines del planeta