domingo, 14 de septiembre de 2014

Relleno de arepas I: perico

Perico para arepas - El dulce mundo de Nerea
Señoras y señores, ¡les presento a Perico!



¡Y seguimos con las arepas

En mi casa, el perico es El Relleno.

Para mí, no hay arepa sin perico. Ni perico sin arepa.

Aunque, ahora que lo escribo, no sé para qué iba a hacer perico si no hago también arepas... bueno, sí, solito y a cucharadas está bestial también. ¡Es que el perico es mucho perico!

Lógicamente, como es una receta tradicional, hay casi tantas versiones como venezolanos, pero me he decantado por la que más me gusta, la que lleva tomate frito de bote. 

¿Y por qué? Porque hacer tomate frito casero es una pesadez, sobre todo por la regulación de la acidez, y una de las maravillas de comer arepas es que no se tarda mucho en elaborarlas.

La receta más tradicional es la que en vez de tomate frito de bote lleva tacos de tomate fresco. 




Perico para arepas - El dulce mundo de Nerea
Es extremadamente difícil fotografiar perico para que luzca un poco, pero lo importante es el sabor



Conclusión: que podéis decantaros por la versión que más os llame la atención, pero de todas para mí la que sabe mejor es ésta: 


        Ingredientes

  • 1 cebolla pequeña
  • 1 buen puñado de perejil
  • 1 brick pequeño de tomate frito
  • 3-4 huevos (uno por comensal y uno de regalo)
  • Sal
  • Pimienta

Picamos la cebolla muy pequeñita y la ponemos en una sartén para que pierda parte del agua. Mientras, picamos el perejil, también muy pequeño.

Cuando la cebolla esté transparente le añadimos el perejil y lo movemos.

Echamos el tomate, la sal y la pimienta, y esperamos a que el tomate se caliente y espese un poco. Por último, incorporamos los huevos y removemos para que se integre bien.



Perico para arepas - El dulce mundo de Nerea
¡Ñaaam!



Abrimos la arepa, dejando una parte le ponemos dentro un poco de mantequilla, un puñadito de queso rallado, unas cucharaditas de perico y rematamos con más queso rallado.

Yo tengo la (buena y sana) costumbre de echarle queso rallado directamente al bol de perico cuando aún está caliente y comérmelo a cucharadas, especialmente cuando mi estómago está ya inundado de comida y renuncia a seguir llenándose, pero aún queda perico que parece mirarte con ojos de gatito de Shrek y decirte "¡devórame!".

Tras unos minutos negándome, al final siempre me vence la tentación...

¡Ya veréis como os pasa igual!

Y como muestra, un botón: Hace unas semanas hicimos en casa una arepada con amigos, que no conocían las arepas y no podían seguir viviendo con una laguna así, y pasó exactamente lo que os acabo de contar:

Tras hartarse de arepas y decir en voz alta que estaban hasta los topes, al ratito se armaron de cucharitas y pillaron los boles de perico y de reina pepiada y... bueno, ya os imagináis el resultado.




Perico para arepas - El dulce mundo de Nerea
¡El resultado final!



Probadlo, porque doy por hecho que os va a encantar, ¡no puede existir nadie en el mundo a quien no le guste!

Un abrazo, ¡hasta prontito!







1 comentario:

  1. Hola. He estado echando un vistazo a este perico y a las arepas. Nunca las he probado pero me parece que tienen que estar muy ricas y que a mis niños les encantaría. A ver si me pongo a ello en cuanto tenga un ratito. Espero ver más rellenos pronto, que seguro que son infinitas las posibilidades.
    Besitos.

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Gracias por escribirme un comentario ¡me hace muchísima ilusión!

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