domingo, 13 de julio de 2014

Cheesecake de limón (sin horno ni huevo)

Cheesecake de limón sin horno - El dulce mundo de Nerea
¿Quién puede resistirse a comerse limonada a cucharadas?



¿Sois de los que siempre estáis maquinando algo nuevo? 

Yo sí. 

Tengo mil planes estrafalarios en la cabeza,  la mayoría nada factibles (al menos con la tecnología existente en el presente o, sobre todo, con mi capacidad económica), y basta que logre uno para que ya esté pensando en el siguiente.  

Y como este verano, por el momento, no iremos a ningún sitio de vacaciones, estos días de calor me estoy dedicando (aparte de otras mil cosillas) a hacer manualidades. A mansalva, además. Hasta que se me ponen rojos los nudillos de tanto recortar. ¡Cosas peores he hecho!

Con la cocina me pasa igual, imagino que porque también es algo inventivo y manual. Siempre quiero probar algo nuevo, y tengo los libros de recetas llenos de post-its esperando a que algún día les preste atención, las pruebe tal cual y luego las versione. 

Porque esa es otra, me cuesta horrores seguir una receta de forma literal. Ni las mías. 




Cheesecake de limón sin horno - El dulce mundo de Nerea




Ya os conté que tenía muchas ganas de hacer cheesecake de limón sin horno, porque la versión neoyorkina ya la domino, y porque me apetecía algo más suave con lo que afrontar estos días de verano. Que sé que en muchas partes de la Península no está haciendo mucho calor, pero aquí los días que el sol aprieta es como cualquier otro verano.

Lo prometido es deuda, y esta vez sí que traigo una receta de limón versión tarta de queso. Y con mucho, además. Si os gusta su sabor vais a flipar, es como comer limonada a cucharadas, con su punto ácido y todo. 

Si no os vuelve tan locos como a mí, echadle un poco más de azúcar y sólo medio sobre a la gelatina a la capa de arriba. Avisados estáis. 



Cheesecake de limón sin horno - El dulce mundo de Nerea




      Ingredientes

  • 500 ml de agua
  • 1 paquete de galletas María
  • 60 g de mantequilla
  • 2 sobres de gelatina de limón
  • 140 ml de nata 
  • 220 g de queso quema tipo Philadelphia, sin sal
  • 150 g de azúcar
  • La ralladura y el zumo de 2 limones



Ponemos 250 ml de agua a hervir y mientras, preparamos la base. Para ello trituramos las galletas, en la Thermomix se tarda nada, la mezclamos con la mantequilla (si estáis utilizando la Thermomix sólo hay que añadirla y darle unos segundos a velocidad 5) y cubrimos la base del molde o bote.

Para el molde hay que apretar bien para que se quede rígido, en el caso del bote podéis elegir entre sólido o apretarlo con suavidad para que se suelte un poco al echar el relleno y cojáis trozo de base en las cucharadas, que es la opción que yo elegí. 



Cheesecake de limón sin horno - El dulce mundo de Nerea
En dos formatos según el calor que tengáis, ¿os atrevéis a comeros solos el grande?



Cuando el agua esté en ebullición se aparta del fuego, se le echa un sobre de gelatina y se mueve hasta que se disuelva. Mientras se atempera, en un bol (o Thermomix) echamos la nata, el queso, el azúcar, la ralladura y el zumo y lo batimos.

Incorporamos la gelatina, la integramos y volcamos con cuidado la mezcla en el recipiente elegido, evitando que se suelte la galleta.

Lo dejamos cuajar en el frigorífico al menos dos horas.

Cuando esté sólido hervimos el resto del agua, apagamos el fuego, le disolvemos el otro sobre de gelatina y lo vertemos con cuidado sobre la cheesecake. Lo volvemos a dejar en el frigo unas horas y listo. 



Cheesecake de limón sin horno - El dulce mundo de Nerea
¡Me encantan los postres en los que se ven las capas!



Combatir el calor nunca fue tan sabroso.

¡Un fuerte abrazo!







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