Botas de Papá Noel versión galleta de canela (sin huevo)

Ahora sí que ha llegado. 

Queramos o no (¡y yo sí quiero!) la Navidad está aquí. 

A mí estos días me parecen fantásticos, son una oportunidad para reunirnos con personas a las que queremos pero no solemos ver tanto como nos gustaría, para recordar pasados mejores y crear momentos que rememorar después. 

Nosotros tenemos cena en casa con la familia y fiesta con algunos amigos cuando los padres se retiren a descansar, así que el lío va a ser divertido. Hoy vamos a estar casi todo el día en la cocina. 

¿Qué vais a hacer vosotros?

¡Me encanta el detalle de los cordones con sus ojales!

Hagáis lo que hagáis, mi recomendación es tener galletas (de canela en este caso) a mano. Que nunca se sabe lo que puede ocurrir. 

No sé, imaginaos que el ambiente se tensa porque:

     = La tía critica la receta estrella de su cuñada. 

     = Se vuelca una copa de tinto sobre los canapés.

     = El abuelo se pone melancólico pensando en las Nochebuenas de su infancia. 

     = Algún niño se pone sibarita y después de tres horas preparando un magret de pato relleno, dice que quiere un filete de pollo empanado con patatas fritas.    

     = Al recoger los platos, te tropiezas y destrozas la vajilla buena. 

Situaciones factibles todas, ¿o no? 

El perfil con los lunares que deja la canela, el olor a Navidad mientras las horneáis está asegurado

Pues ese sería el momento perfecto para sacar una bandeja de galletas y distraer al personal. 

Está científicamente comprobado (por universidades independientes, por supuesto) que el azúcar amansa a las fieras. 

Y si tienen un diseño simpático mejor que mejor, ¡doble tema de conversación! Mientras alaban sabor y forma se destensa el ambiente.

Encima estas galletas no llevan huevo, que siempre está bien pensar en los alérgicos o intolerantes. 

                          Ingredientes para la masa

                           = 200 g de mantequilla

                           = 125 ml de agua 

                           = 1 cucharada de canela en polvo (opcional, se puede sustituir por otro sabor)

                           = 225 g de azúcar

                           = 500 g de harina

                           = 1 cucharadita de sal

                           = 1 cucharadita de levadura en polvo

Fundimos la mantequilla y la mezclamos con el agua, la canela y el azúcar. 

Mientras esperamos a que pierda temperatura (pero sin solidificarse), en un bol echamos la harina, la sal y la levadura y la removemos con una cuchara. 

Cuando la mantequilla esté tibia, le incorporamos los elementos secos del otro bol, y lo mezclamos bien.  

Dividimos la masa en dos o tres porciones. Con cada una hacemos una bola, la aplastamos un poco para darle homogeneidad al enfriado, la cubrimos con papel transparente y las metemos en el frigorífico un par de horas. 

Pasado el tiempo sacamos una de las bolas y la colocamos sobre papel de horno con un poco de harina espolvoreada. Si utilizáis un rodillo de madera, como yo, os aconsejo que le echéis también harina, la masa es algo pringosa. 

Cortamos las galletas y las horneamos a 180ºC unos diez minutos, dependiendo del tamaño que tengan y de vuestro horno. 

Las dejamos enfriar en una rejilla y, una vez completamente frías, las decoramos. 

En mi caso, fondant de tres colores, un poquito de agua para pegar, el mismo cortador de las galletas, un cuchillo y un palillo para las hendiduras donde se insertan los cordones. Ah, y paciencia. 

Para acabar ya, os dejo mis dos cortos Disney de Santa Claus preferidos. No sé las veces que los he visto (ahora mismo, por ejemplo), ¡no me canso de los clásicos de la Silly Symphony!

Si tenéis peques os recomiendo que se los pongáis porque son absolutamente adorables:

El taller de Santa Claus

La noche antes de Navidad

¡Feliz Navidad y un dulce abrazo!



Pd: Se me olvidaba la otra gran utilidad de las galletas: Seguro que si les dejáis un par esta noche a Papá Noel, será más espléndido con los regalos.