viernes, 7 de marzo de 2014

De cómo cometí un homicidio involuntario y crema de calabaza y roquefort


Crema de calabaza y roquefort - El dulce mundo de Nerea





Hace unos días maté a mi ordenador. 

Fue homicidio involuntario, pero al fin y al cabo, lo maté. Del todo. Y sin posibilidad de defenderse.

No hay tribunal que me libre, ahora os explico por qué. 

Se me cayó encima, sobre el teclado, desde casi un metro de altura, un libro descomunal. De tapa dura y hojas de calidad fotográfica, que pesan más. 

De los que si lo sostienes con una sola mano, te puedes hacer daño en la muñeca.

De los que si te los apoyas sobre las piernas, al ratito se te han dormido. 

Para que veáis que no exagero, ahí lo tenéis en una silla con Mr. Potato, y aunque el muñeco esté más adelantado y el libro inclinado, ni así le llega por la mitad.





La guirnalda de detrás es del cumpleaños de Luis, que no la hemos quitado todavía




Mi pobre ordenador no resistió. 

La G sobre todo, que no ha querido volver a su lugar. Bueno, ¡eso y que no ha vuelto a arrancar! 

Aunque la verdad es que ya estaba en unas condiciones deplorables. Y no sólo porque la batería no aguantara ni un solo segundo. 

Resulta que la bisagra de la pantalla era más dura que el plástico exterior, así que lo rompió, y ya no pude volver a cerrarlo. 

Un día se le cayó un tornillo. Verídico.

Toda la pantalla estaba sujeta tan sólo por un tornillito lateral, así que estaba descolgada casi todo el tiempo 

Luego le dio por inventarse los colores: el blanco era turquesa, y el negro, rojo fosforito. Y perdió toda alusión a profundidad. 

Siempre me acordaba de la frase de Eric: "Deberían liberar a ese pobre animal del sufrimiento" (para los que no tengan ni idea de a qué me refiero, segundo 30 de este video... ahora que he buscado la canción, ya no puedo evitar oírla... y nada, me he dejado llevar y he puesto canciones Disney aleatorias, ¡no tengo remedio!)

Pero incluso así, nos llevábamos bien e íbamos aguantando. Hasta que le tiré el libro. 

¡Menudo sofocón me llevé! Aunque al menos fue una muerte rápida y me parece que no sufrió.

¿Y sabéis qué pasó al día siguiente? 

¡¡Luis volvió del trabajo con un ordenador nuevecito para mí!! 

Si es que no me lo merezco... ¡eres el mejor!





Crema de calabaza y roquefort - El dulce mundo de Nerea





¿Y toda esta historia para traeros una receta de crema de calabaza  roquefort? 

Pues sí. 

Pero tranquilos, que ahí va la receta:



                            Ingredientes para 6 personas 

                           50 g de aceite de oliva
                           110 g de cebolla picada
                           1 l de agua
                           800 g de calabaza pelada y troceada
                           50 - 100 g de roquefort
                           100 g de queso crema
                           Cucharadita y media de sal
                           Pimienta



Con Thermomix (adaptación de una receta de Thermomix Magazine):

Echamos el aceite y la cebolla picada y programamos 5 minutos, Varoma, velocidad 1. Una vez pasado el tiempo, añadimos el litro de agua, la calabaza y la sal, y lo dejamos 20 minutos, Varoma, velocidad 2. 

La de la foto estuvo tapada durante toda la operación, impidiendo que se escapara el vapor, si la queréis más densa, quitad el tapón del brocal para que se evapore parte del agua. 

Cuando acabe, lo trituramos pasando progresivamente del 5 al 10 durante un par de minutos (la máquina parecerá que intenta volar, ¡no os preocupéis que sobrevive!). 

Incorporamos los quesos y la pimienta, y de nuevo 2 minutos del 5 al 10. Lista.

Sin Thermomix se puede hacer en un cazo y luego triturando con una batidora, pero la verdad es que no lo he intentado, así que no controlo los tiempos.





Crema de calabaza y roquefort - El dulce mundo de Nerea





Como veis en los ingredientes, he puesto un intervalo de cantidad de roquefort, porque depende de cuánto os guste su sabor. Con 100 g se nota, y mucho, es para amantes de quesos azules, que es lo que nos ocurre en casa. 

Si vuestro amor por el roque es más limitado, la primera vez os recomiendo que echéis menos cantidad, por si acaso. 

Se sirve calentita, rociada con unas gotitas de nata y de aceite, se le puede añadir un poco de perejil o de cebollino, y unas tiras de pan tostado que equilibra perfectamente el sabor. 

De vez en cuando pongo recetas sanas y vegetarianas, ¿eh? Para equilibrar un poco... 


¡Mi ordenador nuevecito y yo os mandamos un fuerte abrazo!


Pd: Cris, si lees esta receta, tú casi mejor que no le eches roquefort... ¡que conste que te he avisado! jeje








4 comentarios:

  1. Gracias Neri, no se lo echaré!!!! ;)))

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  2. Muy rica la receta, sobre todo para cuando uno está regulín del costipado, y una pena lo de tu pc porque el mio tiene 6 años y esta también deseando la jubilación!!

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    Respuestas
    1. ¡Pero si tu pc es un anciano con clase! Nada comparado con los jóvenes de hoy, tan modernitos, que se toman la vida a la carrera... XD

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Gracias por escribirme un comentario ¡me hace muchísima ilusión!

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