Con textura de brownie, deliciosas, perfectas.
¿Cómo puede ser tan sencillo hacer algo tan bueno?
Estas galletas fueron un regalo a una pareja de amigos, Jesús y Reyes.
Han sido ideadas para la primera comida que vamos a hacer juntos este año, en su casa, ella cocina (por cierto, ¡la salsa de los ravioli genial!) y yo las llevo como sorpresa.
Son los mismos que devoraron las galletas otoñales, así que espero que éstas les encanten también. Sí Jesús, dije que lo diría y ahí queda: ¡te comiste casi todas las galletas otoñales tú solo!
Han sido ideadas para la primera comida que vamos a hacer juntos este año, en su casa, ella cocina (por cierto, ¡la salsa de los ravioli genial!) y yo las llevo como sorpresa.
Son los mismos que devoraron las galletas otoñales, así que espero que éstas les encanten también. Sí Jesús, dije que lo diría y ahí queda: ¡te comiste casi todas las galletas otoñales tú solo!
Las galletas empaquetadas de regalo |
Reyes es intolerante a la lactosa, así que casi no llevan leche (no es que quiera matarla, ¡es que un poco de lactosa sí que puede tomar!).
Si alguien no puede tomar nada nada de lactosa, tan sólo hay que sustituir la mantequilla por margarina y quitar el chorrito de leche final, ¡tan simple!
Ingredientes para unas 20 galletas:
○ 110 g de mantequilla
○ 200 g de azúcar
○ 1 huevo L
○ 1 chorrito de esencia de vainilla
○ 1 pizca de sal
○ 5g de levadura
○ 180g de harina normal de trigo
○ 30 g de cacao en polvo
○ 5 ml de leche
Son muy fáciles de hacer, no se tarda casi nada y el resultado es genial. Sólo hay que mezclar los ingredientes en el orden en el que os los he dado.
Primero se bate la mantequilla con el azúcar, se añade el huevo y se mezcla bien.
Se incorpora la vainilla, la sal, la levadura, se mezcla todo de nuevo y, cuando esté bien integrado, se añade la harina y se bate de nuevo.
Después se incorpora el cacao y la leche, y se amasa hasta que la masa esté perfecta.
La masa coge una densidad que puede hacer que la batidora tenga que esforzarse demasiado y haya que ayudarse por una espátula (o incluso con las manos, ¡me encanta tocar las masas!).
Se hacen bolitas no demasiado grandes, se aplanan un poco y se colocan en la bandeja del horno, forrada previamente con papel. Hay que dejar una buena separación entre ellas porque van a bajar su volúmen y expandirse un montón.
Si de tanto batir la masa está algo caliente, antes de hacer las bolitas se puede meter en el frigo unos minutos, hasta que consigan un poco más de consistencia y sea más manejable. Aunque aviso: siempre es pegajosa.
Se hornean unos 12-15 minutos, a 180ºC.
Atención porque salen del horno muy blanditas, es mejor dejarlas reposar un poquito antes de moverlas. Tras unos minutos, se colocan sobre una rejilla para que se ventilen de forma homogénea.
¡Y listas para comer!Calientes aún son alucinantes...
Un fuerte abrazo y, de nuevo, ¡feliz año!
Estaban buenisimas. Una tarde genial. Hay que repetirlo muchas veces este año!!
ResponderEliminarSí, ¡claro que sí! Sois mis degustadores oficiales de galletas jeje
EliminarNeri si viviese contigo sería redonda :P se me hace la boca agua con tu blog, lo peor es que no puedo evitar la tentación de visitarlo y babear jejejejeje
ResponderEliminar¡Muchas gracias! En realidad no hay tantísima azúcar en mi casa al mismo tiempo, ¡si fuera así habríamos estallado!
EliminarPd: ¿Blimunda por Saramago?
Ohhhh que buena pinta!!! Deben de ser increibles!!
ResponderEliminar¡Muchas gracias Lola! Un beso
Eliminarque buena pinta!! con lo que me gusta el chocolate!! tendre que probarlas...
ResponderEliminarun beso
¡Gracias Iria! Pues no lo dudes más y a probar jeje, ¡un beso!
Eliminargran pinta... tenia pensado hacer un brownie para llevarlo al curro, pero la idea de la galleta me ha gustado saludos...
ResponderEliminar¡Seguro que aciertas con las browniecookies, Paty! Ya me dices qué tal, ¡un beso!
Eliminarmmmmmm que pintaza!!!!! Voy a tener que probar a ver que sale.
ResponderEliminar¡Claro que sí, pruébalas y después me cuentas! Un beso
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